Original: español
ALCA – COMITE DE REPRESENTANTES GUBERNAMENTALES SOBRE LA PARTICIPACION DE
LA
SOCIEDAD CIVIL
APORTE EN RESPUESTA A LA INVITACION PUBLICA Y CONTINUA
Nombre(s) |
Franciso Javier Marin Boscan |
Organización(es) |
Universidad Del Zulia, Venezuela |
País |
Venezuela |
Entidades del ALCA a la que corresponde el aporte |
Comité de Representantes
Gubernamentales sobre la Participación de la Sociedad Civil
|
DEMOCRACIA, INTEGRACION Y DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA
ANTE EL TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE LAS AMERICAS (ALCA)
INTRODUCCIÓN
Democracia, Integración y
Desarrollo constituyen términos que en la medida que estén directamente
relacionados, se representar progreso para un país.
Comunitarismo e
integracionismo se relacionan, atendiendo a los conceptos de soberanía
y orden supranacional (Dromi y otros, 1995). Así se señala que la
integración regional no es incompatible con la soberanía nacional, por
el contrario, la integración “aumenta cualitativamente la soberanía de
los Estados miembros” (Ibid: 40); y en cuanto al orden supranacional, la
integración genera “una comunidad jurídica, un derecho común, propio de
los Estados miembros” (Ibid: 41) y organizaciones supranacionales o
supraestatales respecto de éstos.
La
integración económica constituye una estrategia política, ya que se
trata de “un instrumento que aprovechado en beneficio de los Países
miembros, podría permitir alcanzar el objetivo de reafirmación política
y económica, en un mundo de desigualdad creciente y de ambiciones
desenfrenadas de penetración y de poder” (León, 1984: 47).
La zona de
libre comercio o libre tránsito, figura entre los modos de organización
de la acción comunitaria, consiste en “la creación de un espacio
formado por el territorio de los países miembros, dentro del cual están
suprimidos los obstáculos de cualquier naturaleza (impositivos,
técnicos, burocráticos, etc.) que se opongan, impidan u obstaculicen la
libre circulación de los bienes o servicios” (Dromi y otros, 1995: 113).
Planteado lo
anterior surge una interrogante que será atendida en el desarrollo de
este trabajo: ALCA ¿Mecanismo de Integración ó Nuevo Control sobre
América Latina?.
América Latina
es una importante zona geográfica del mundo, que lucha de manera
constante por lograr y mantener una estabilidad política, y así
contribuir al desarrollo económico y social.
Una
manifestación importante de la globalización, lo constituye el interés
de los países del mundo, en la apertura comercial, y en este sentido los
tratados en la materia deberían asegurar mejores condiciones de vida a
los habitantes de los países involucrados.
En
Latinoamérica existe experiencia sobre la implementación de tratados de
libre comercio, y los efectos han sido diversos, aunque no siempre
amplias las ventajas.
La integración
debe contribuir al desarrollo de las naciones, y al fortalecimiento de
su sistema democrático, y en esta medida garantizar mejoras en la
calidad de vida de la gente.
La Organización
Internacional del Trabajo (OIT) ha evaluado y establecido, que existe
una dimensión social de la globalización, y que así mediante esta se
debe contribuir a generalizar el bienestar de todos.
Lula da Silva, Presidente de Brasil, país que ejerce la
Copresidencia del ALCA junto con Estados Unidos hasta la conclusión de
las negociaciones, en fecha reciente ha manifestado que el liderazgo que
lleva su país en las negociaciones del ALCA, no puede interpretarse en
el sentido que los países de América Latina se adhieran sin observar las
ventajas que esto les pueda reportar, así busca equilibrio en tales
negociaciones, para que de manera efectiva el ALCA responda a los
intereses de todos. Se trata de un argumento muy razonable y justo,
pero lo lamentable es que al parecer no es la idea imperante dentro del
orden económico mundial actual.
Existe un sitio electrónico
oficial del ALCA, mantenido por el Comité Tripartito (conformado por el
Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización de Estados
Americanos y la Comisión Económica para América latina y el Caribe de
las Naciones Unidas) de apoyo técnico y analítico dentro de las
estructura y organización de las negociaciones, que constituye
importante fuente de documentación al efecto, y así lo ha sido para el
presente trabajo.
El estudio correspondiente será
abordado en cuatro (4) partes, a saber: 1) Democracia, Integración y
Desarrollo en América Latina; 2) Tratado de Libre Comercio de las
Américas (ALCA); 3) América Latina ante el Tratado de Libre Comercio de
las Américas (ALCA) y 4) Otros Modelos de Negociación.
El autor se sentirá muy
satisfecho de este trabajo, si en los lectores siembra inquietud y crea
conciencia sobre la imperiosa necesidad de abordar los problemas de
América Latina, y atender las ingentes necesidades de su gente.
1.
DEMOCRACIA, INTEGRACIÓN Y DESARROLLO EN AMÉRICA LATINA
A los
fines de cumplir con el propósito de este trabajo, y establecer el
efecto del ALCA sobre Democracia, Integración y Desarrollo en América
Latina, se ha considerado pertinente, analizar por separados lo
correspondiente a Latinoamérica y al ALCA, para luego establecer la
relación correspondiente, y de esta manera asumir la información de una
forma más clara y didáctica. En este sentido, asumiremos el estudio del
primer aspecto, de la manera siguiente:
1.1.
DEMOCRACIA E INTEGRACIÓN
Resulta de interés
definir la democracia en América Latina, y en este sentido establecer si
se encuentra en transición, o por el contrario se trata de un sistema de
gobierno concreto y fortalecido, y a su vez en cuanto a los procesos de
integración, considerar si tienen carácter democrático y observar la
estrategia política que representa la democracia; al efecto
analizaremos:
1.1.1.
¿Democracia en Transición?
Como producto de un
análisis de las transformaciones del ordenamiento político e
institucional de la democracia en América Latina y Venezuela, Eladio
Hernández plantea: “ América Latina: democracia en transición” (2002:
127).
EL autor considera
que la problemática actual de la democracia y el sistema político que la
sustenta, hacen referencia a muchos aspectos interrelacionados, entre
los que destacan: “la transformación moderna, como proceso
socioeconómico; la democracia representativa, como instrumento y el
ordenamiento institucional como soporte” (Ibid: 132).
Concluye el autor
en su observación hacia la democracia en América Latina y Venezuela, que
“nos estamos dirigiendo hacia el inicio de un proceso de consolidación
política que pretende instaurar la modernidad en el régimen democrático
venezolano y su ordenamiento institucional, pero el momento crítico que
define lo que dejamos de ser y lo que seremos, aún no se ha presentado”
(Ibid: 160). Y agrega que se puede sugerir que el movimiento de
transformación “pretende progresar desde una democracia representativa
mal entendida, hacia una democracia participativa beligerante”
(Ibidem). De aquí el surgimiento de importantes conflictos políticos
que sólo “la democracia en transición podrá dilucidar” (Ibidem).
1.1.2.
Carácter Democrático de los Procesos de Integración
Vacchino se formula
una interrogante en este sentido, y para ello parte de la referencia a
la existencia del “déficit democrático” en los esquemas y acuerdos de
integración de la región, producto del “sesgo comercialista” que durante
el último medio siglo, “han tomado todos los proyectos y procesos
integracionistas en América Latina” (2002: 205).
El autor considera
así las relaciones entre democracia e integración regional, y el papel
de los parlamentos (Latinoamericano, Andino y Comisión Parlamentaria
Conjunta del MERCOSUR) en la democratización de la integración.
Vacchino refiere el Parlamento, como órgano privilegiado para encaminar
la tarea de solventar el referido “déficit democrático”, en los procesos
de integración latinoamericano.
1.1.3.
Democracia como Estrategia Política de la Integración
Morales y Naim
destacan que cada día se hace más claro que el proceso integracionista
“no tiene solo carácter económico. El aspecto político es decisivo”
(2002: 31). Es así como Caldera expresa: “Mientras una voluntad
política firme y determinada no asuma debidamente la conducción de ese
proceso, serán más las vanas ilusiones y las definiciones retóricas...”
(Ibidem).
Con base a lo
anterior, los autores refieren sobre la intención política, el deseo de
integración y el propósito integracionista existentes en América Latina,
pero la falta de una “verdadera voluntad política de integración” (Ibid:
32).
Se identifica que
la homogeneidad del régimen político es deseable y favorable para la
integración, pero no indispensable, aunque esto facilita y estimula los
movimientos integracionistas. De ahí que el auge de la democracia en
América Latina ha propiciado la integración a partir de los años
noventa.
Los autores
concluyen señalando que la búsqueda de la democracia “no es nada ajena a
las tradiciones, valores y culturas de Latinoamérica” y que “esta
búsqueda la iluminamos con la dimensión utópica de integración de la
democracia a fin de que sea posible la redemocratización bajo la ética
de la vida” (Ibid: 35).
1.1.4.
América Latina como Territorio de Construcción de la Hegemonía
Ornelas desarrolla un estudio
en ese sentido, con el propósito de analizar la geopolítica de la región
latinoamericana, a partir de dos elementos: las estrategias del Estado
estadounidense y los recursos de América Latina que el hegemón considera
estratégicos: el petróleo, la biodiversidad y la población.
Señala el autor que la idea
central es encontrar las principales motivaciones del “posicionamiento
militar y estratégico económico del hegemón estadounidense” (2003: 117),
y que el resultado es un conjuntos de estrategias claramente delineadas,
que definen planes territoriales como: el Plan Puebla-Panamá, el Plan
Colombia y el ALCA.
Y en este sentido se plantea
como uno de los grandes triunfos del neoliberalismo a nivel de las
naciones latinoamericanas, la transformación estructural en la
adaptación a las necesidades de los agentes hegemónicos, que ha llevado
a que “nuestros países se aíslen unos de otros, y a que la idea misma de
América Latina haya prácticamente desaparecido” (Ibid: 132).
De tal manera, que frente a las
enormes disparidades entre Estados Unidos y las naciones
latinoamericanas, indica el autor que la idea de “libre comercio” ha
resultado “atractiva para las élites de nuestros países” (Ibidem).
1.2.
DEMOCRACIA Y DESARROLLO
1.2.1.
Relaciones
En un Informe reciente, el
Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) analiza el
estado de la democracia en América Latina, y de manera específica la
relación entre democracia y desarrollo (Sánchez, 2004).
El documento referido señala
que aunque en la región se puede demostrar con orgullo más de dos
décadas de gobiernos democráticos, sin embargo, la grave crisis
económico-social ha aumentado la insatisfacción ciudadana con este
sistema político. De ahí que aún cuando se reconocen en la democracia
valores esenciales para vivir en libertad, la pobreza y el desempleo
“están sembrando creciente escepticismo en los ciudadanos en relación
con este sistema” (Ibidem).
El estudio en consideración
apunta que “no hay malestar con la democracia”, sino “malestar en la
democracia”, dado a que ésta no ha podido generar “el creciente
bienestar para la satisfacción plena de las necesidades colectivas”
(Ibidem).
Ante las circunstancias
abordadas por el referido Informe, en el cual se constata la grave
crisis económica en América Latina, un buen porcentaje de ciudadanos
(44.9%) opina que prefiere un gobierno autoritario, si éste es capaz de
resolver los problemas económicos. De aquí que Sánchez afirma que los
lideres políticos y sociales del continente, no pueden conformarse “sólo
con democracias donde exista legitimidad de origen, sino que deben
preocuparse por la instauración de democracias donde exista una
legitimidad de ejercicio creciente...” (Ibidem).
Compartimos la tesis del autor,
sostenida por K. Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, al
comentar el Informe del PNUD: “la solución para los problemas de la
región no reside en el regreso del autoritarismo, sino en una democracia
mejor consolidada”. Prueba de lo anterior lo constituyen los gobiernos
de Cuba y Haití, y el presente en Venezuela, donde el autoritarismo no
ha favorecido para algo, y menos en el sentido de atender el problema
económico.
1.2.2.
Pobreza como Problema Grave
El Informe considerado del PNUD
que analiza el estado de la democracia en América Latina, señala que en
el 2003 la pobreza en la región alcanzó el 43.9% de los ciudadanos,
mientras que el 19.4% está en situación de pobreza extrema (Sánchez,
2004).
Kliksberg destaca el escándalo
de la pobreza, entre los problemas críticos en la América Latina de
hoy. Este autor igualmente incluye la negación o la minimación de la
pobreza, como primera falacia, entre las diez (10) que formula sobre los
problemas económicos y sociales de América Latina.
En cuanto al primer aspecto,
referido al escándalo de la pobreza, el autor destaca que en América
Latina casi la mitad de la población es pobre, y que esto se manifiesta
sobre todo, en el plano más básico, la alimentación. Esta
caracterización de la pobreza, la asume en consideración a que esta
resulta masiva en un mundo “que ha alcanzado posibilidades excepcionales
de producción de bienes y servicios” (Ibid, 2002: 17).
Es importante observar como lo
hace Kliksberg, que la pobreza tiene múltiples dimensiones, y no sólo se
trata de carencias económicas, comprende violación amplia de derechos
humanos, como el acceso a la salud, nutrición, educación, trabajo, a ser
escuchados y participar, entre otros.
Con relación a la primera
falacia, antes enunciada, el autor refiere la existencia de una intensa
discusión metodológica sobre cómo medir la pobreza en la región, pero
que en todo caso los estudios coinciden en su magnitud, en cuanto a lo
elevado de la cifra de población ubicada por debajo del umbral de la
pobreza, y la tendencia a su crecimiento consistente en los últimos
veinte (20) años.
Al efecto se destaca que “la
falacia de desconocer o relativizar la pobreza, no es inocua. Tiene
severas consecuencias en términos de políticas públicas” (Ibid: 116).
El caso es que esta apreciación lleva a considerar que la política
social no es importante, y en definitiva “a través de la minimización y
la relativización, está cuestionando la existencia misma del pobre”
(Ibidem), lo que entraña un importante problema ético.
El combate de la pobreza es uno
de los aspectos que comprende la Carta Democrática Interamericana, como
se observará posteriormente. En la Declaración de Nuevo León, emitida
con ocasión de la Cumbre Extraordinaria de las Américas de Monterrey,
México (13 de enero de 2004), los Jefes de Estado y de Gobierno de las
Américas elegidos democráticamente, reafirman su compromiso con la
nombrada Carta Democrática y declaran sobre el crecimiento económico con
equidad para reducir la pobreza, en ese sentido exponen que el ALCA
“fomentará, con la mayor eficacia, el crecimiento económico, la
reducción de la pobreza, el desarrollo y la integración, a través de la
liberalización del comercio, contribuyendo al logro de los amplios
objetivos de la Cumbre” (Ibid: 2).
La pobreza es atendida también
por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), asumiendo que
superarla es un medio importante para el logro de la justicia social que
persigue, y así una Memoria del Director General (2003) lleva como
título: Superar la Pobreza mediante el Trabajo, y la Comisión Mundial
sobre la Dimensión Social de la Globalización emitió el Informe: Por una
Globalización Justa: Crear Oportunidades para Todos. En este Informe se
reconoce que son inmensos los beneficios que pueden obtenerse de la
globalización y que “comienza a configurarse una verdadera conciencia
global, atenta a las desigualdades ligadas a la pobreza, la
discriminación por razón de sexo, el trabajo infantil y la degradación
medioambiental, donde quiera que se produzcan” (OIT, 2004).
En definitiva, el tema de la
pobreza está presente en toda consideración social y económica, y este
problema tendrá vigencia, mientras no sea asumido con la urgencia del
caso, atendiendo que es la vida misma de muchas personas del planeta que
está en juego, sin la garantía del derecho humano básico de
alimentación.
1.2.3. Reformas Económicas
Necesarias
Diversos
autores entre los que destaca Enzo Del Búfalo, han abordado este tema.
El punto de partida está en reconocer el agotamiento del modelo de
sustitución de importaciones, y la necesaria implementación de programas
de ajustes acompañados de reformas estructurales, con el propósito de
“asegurar la estabilidad macroeconómica y sentar las bases del
crecimiento, corrigiendo las distorsiones acumuladas” (Ibid, 2002: 141).
Entre
las reformas estructurales destacan: la reforma fiscal, acompañada de un
intenso programa de privatización de empresas; la reforma comercial,
complementada con la flexibilización de los mercados laborales; y la
reforma financiera, para restablecer eficiencia en la intermediación, y
sobre todo estimular la creación de ahorro interno.
Lo
anterior diseñado dentro de un esquema neoliberal, con poca atención
hacia lo social no se ha implementado de manera efectiva, de ahí que el
autor afirma “América Latina inicia el nuevo siglo sumida en el
estancamiento económico y con todos sus problemas tradicionales
irresueltos: desde la deuda externa que sigue creciendo hasta la
exclusión y la pobreza que siguen aumentando” (Ibid: 181).
Finalmente considera Del Búfalo, que quizás ha llegado el momento de
pensar “en una nueva política de desarrollo que tome en cuenta tanto el
cambio en el estilo tecnológico...como la construcción de nuevas
subjetividades sociales capaces de negociar en sus propios términos su
inserción en el Nuevo Mundo Feliz que se avecina”, pero que para esto
“hay que deslastrarse primero de las concepciones del siglo XIX y
superar la experiencia del siglo XX” (Ibidem).
1.3.
CARTA DEMOCRÁTICA INTERAMERICANA: EFECTOS SOBRE DEMOCRACIA,
INTEGRACIÓN Y DESARROLLO EN AMERICA
Este instrumento internacional
destaca en materia de acuerdos políticos regionales (Mendible).
Efectivamente la Carta Democrática fue adoptada por la Asamblea General
de la Organización de Estados Americanos (OEA), en el Vigésimo Octavo
período extraordinario de sesiones celebradas el 11 de septiembre de
2001 (día también memorable por acciones terroristas en Estados Unidos)
en Lima, Perú, y constituye el documento “más importante sobre el tema
en el mundo contemporáneo de las relaciones internacionales”
(Brewer-Carías, 2002: 46).
Entre los considerandos de esta Carta Democrática, destaca que “la Carta
de la Organización de los Estados Americanos reconoce que la democracia
representativa es indispensable para la estabilidad, la paz y el
desarrollo de la región y que uno de los propósitos de la OEA es
promover y consolidar la democracia representativa dentro del respeto
del principio de no intervención” (Primer Considerando, OEA, 2001).
Comprende el instrumento internacional en estudio, los aspectos
siguientes:
a)
La democracia y el sistema interamericano;
b)
La democracia y los derechos humanos;
c)
Democracia, desarrollo integral y combate de la pobreza;
d)
Fortalecimiento y preservación de la institucionalidad
democrática;
e)
La democracia y las misiones de observación electoral; y
f)
Promoción de la cultura democrática.
Así se
observa que este instrumento internacional es de amplio alcance,
comprendiendo aspectos de vital interés como la relación de la
democracia con el sistema interamericano, los derechos humanos, el
desarrollo y el combate de la pobreza, y de ahí la necesidad de
fortalecerla, preservarla y promover la cultura democrática.
1.4.
DERECHOS HUMANOS, CULTURA Y ETICA DEMOCRATICA
Aguiar,
experto nacional en materia de derechos humanos, expone que no puede
haber verdadera democracia “si la persona humana no es respetada y
asegurada en su dignidad” (200: 147-148). Además el autor refiere que
la democracia es derechos humanos antes que todo, la ética es modalidad
de lo humano, y que “la democracia, en esencia, es ética” (Ibid: 148).
Por otra parte, siguiendo a
Jacques Maritain, el autor indica que la democracia es “una filosofía
general de la vida humana y de la vida política,...un estado del
espíritu” (Ibid: 152), y que entonces se trata de que la democracia se
realice en todos los individuos y en todas las personas.
Así refiere
también que de esta manera la práctica del humanisno y de la tolerancia,
es consustancial a la democracia, y la ética democrática se sitúa
“dentro de un nicho fraguado de humanismo y de tolerancia” (Ibid: 153).
En
consecuencia, afirma Aguiar que si la democracia son derechos humanos,
en suma “la democracia es cultura”, es “cultura de la diversidad (así
expone también Víctor Martín), pero también ética de la vida humana...”
(Ibidem).
El
presente es tiempo de conflicto, también los hemos visto en el pasado,
pero el futuro será más promisor, si dentro de esta cultura de la
diversidad, practicando el humanismo y la tolerancia, y acompañando de
valores fundamentales de la cultura, entre los que destaquen los éticos,
en un marco de democracia garanticemos a cada cual el desarrollo
personal y la garantía de su condición humana.
2. TRATADO DE LIBRE
COMERCIO DE LAS AMÉRICAS (ALCA)
Es
importante desarrollemos unas consideraciones específicas en cuanto al
ALCA, para seguidamente relacionarlo con América Latina, y al efecto lo
abordaremos así:
2.1.
REFERENTES
Relacionados con el ALCA, hasta
el punto de representar antecedentes de este, encontramos los Tratados
de Libre Comercio de América del Norte y para Centroamérica, y el
Programa de Cooperación Hemisférica, al efecto consideraremos lo
siguiente:
2.1.1.
Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN)
Arroyo Picad desarrolla un
importante trabajo sobre: “Promesas y Realidades: El Tratado de Libre
Comercio de América del Norte en su Noveno Año” (2003), en el que
concluye que “la estrategia neoliberal mexicana, de la cual el TLCAN es
su coronación y amarre legal, ha sido un fracaso no sólo para la mayoría
de la población sino también en términos de los objetivos
macroeconómicos que se plantearon sus impulsores” y apunta: “...la
economía ha tenido un muy pobre crecimiento” (Ibid: 192).
Por otro lado, este mismo autor
agrega: “las crecientes exportaciones y la llegada masiva de inversión
extranjera directa no ha dado frutos en términos de crecimiento y de
generación de empleos, precisamente por dejarlo todo a la dinámica del
mercado” (Ibidem). Y al relacionar este Tratado con el ALCA, el autor
expone que el análisis del TLCAN y sus resultados deben constituir
experiencia sobre lo que no debe ser aceptado por el resto de los países
del continente, en las actuales negociaciones del ALCA.
También enfatiza Arroyo que aún
cuando el gobierno mexicano promueve el ALCA planteando que para México
el TLCAN ha sido un éxito, “ni México, ni el TLCAN deben ser los
parámetros para negociaciones en nuestra América. La Alianza Social
Continental tiene una propuesta integral distinta...” (Ibid: 193).
Por su parte, la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), sostiene que nos hay
datos suficientes y confiables para un estudio global, sobre las
consecuencias del TLCAN para México. Aunque los críticos, entre los que
incluimos el autor antes considerado, dicen que con el TLCAN “la
transnacionalización de la economía mexicana aumentó la pobreza y la
desigualdad social” (Vathroeder, 2004: 60).
Con base a lo último indicado,
y considerando que falló la estrategia económica de conseguir altas
tasas de crecimiento y crear empleos bien remunerados a través del
aumento de las exportaciones y de la atracción de inversiones
extranjeras directas, se expone finalmente al respecto que “hay pocos
ganadores y muchos perdedores” (Ibidem).
Definitivamente como indica la
expresión común, en América “nos debemos mirar en ese espejo”, más diez
(10) años de implementación (Enero 1994 a Enero 2004) de este Tratado de
Libre Comercio, bajo condiciones similares de contenido y situación como
país (caso de México en comparación a las otras economías
latinoamericanas), es tiempo suficiente para poder evaluar y determinar
su éxito o fracaso, que en definitiva, dependerá de la óptica, aunque
las personas de visión colectiva se inclinan a lo último, y así
señalamos en función a lo considerado.
2.1.2.
Tratado de Libre Comercio para Centroamérica (CAFTA)
El inicio de las negociaciones
correspondientes, parte de la aprobación por el Congreso de los Estados
Unidos, en agosto de 2002, de la Ley de Potestad para la Promoción del
Comercio, mientras el proyecto del ALCA (lanzado en 1994 en la Primera
Cumbre de las Américas en Miami) se encontraba en relativo estancamiento
(Vargas, 2003).
Vargas enfatiza que el CAFTA es
mucho más que el comercio de bienes (se trata de liberalización de
sectores tales como servicios, compras gubernamentales, libre movimiento
de capitales e inversiones, configurándose así la creación de un
territorio económico único que tendría enormes impactos sobre la
política de desarrollo) y enfrenta “el problema de las asimetrías en
cuanto al tamaño entre los negociadores, sus resultados económicos, los
desniveles de desarrollo y, consecuentemente, su diferente capacidad de
negociación política” (2003: 161).
2.1.3.
Programa de Cooperación Hemisférica (PCH)
Se trata de una propuesta
formulada por el Grupo Consultivo sobre Economías más Pequeñas (conforma
la estructura y organización de las negociaciones del ALCA, como se
analizará posteriormente), con el apoyo técnico del Comité Tripartito
(integrado por el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización de
Estados Americanos y la Comisión Económica para América Latina y el
Caribe de las Naciones Unidas). Este Grupo Consultivo recibió
instrucciones del Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) del ALCA, el
cual aprobó unos lineamientos en ese sentido, en la IX Reunión del
Comité (Nicaragua, septiembre 2001), todo a requerimiento de los
Ministros de comercio de los países.
Este Programa, comprende los
aspectos siguientes: principios, objetivos, características,
modalidades, orientaciones para la implementación, administración y
financiamiento.
En aras de simplificar la
información, nos limitaremos a destacar entre sus objetivos, los
siguientes: fortalecer la capacidad de los países para implementar y
participar plenamente en el ALCA; asistir a los países para afrontar y
superar eficazmente los desafíos y aprovechar al máximo los beneficios
asociados a la liberalización comercial del ALCA; complementar los
programas multilaterales, subregionales y nacionales, vigentes y
futuros, etc..
2.2.
CONTENIDO DEL ACUERDO
El
Comité Técnico de Asuntos Institucionales dentro de la estructura del
ALCA, ha elaborado diversos borradores sobre el Acuerdo, el tercero de
los formulados, comprende los aspectos siguientes distinguidos mediante
capítulos, a saber:
I) Asuntos Institucionales;
II) Disposiciones Generales;
III) Definiciones;
IV) Transparencia;
V) Tratamiento de las Diferencias en los niveles de desarrollo y
tamaño de las economías;
VI) Disposiciones Medioambientales;
VII) Disposiciones Laborales y procedimientos relativos al
incumplimiento de disposiciones ambientales y laborales;
VIII) Aranceles y Medias No Arancelarias;
IX) Agricultura;
X) Régimen de Origen;
XI) Procedimientos Aduaneros relacionados con Régimen de Origen;
XII) Procedimientos Asuntos Aduaneros;
XIII) Normas y Barreras Técnicas al Comercio;
XIV) Medidas de Salvaguardia;
XV) Subvenciones, Antidumping y Derechos Compensatorios;
XVI) Servicios;
XVII) Inversión;
XVIII) Compras/ Contrataciones/ Adquisiciones del Sector Público;
XIX) Políticas de Competencia;
XX) Derechos de Propiedad Intelectual;
XXI) Marco Institucional;
XXII) Excepciones Generales;
XXIII) Solución de Controversias;
XXIV) Disposiciones Finales.
Como se
observa en los aspectos descritos prevalece la materia comercial, aunque
también algunos relacionados con ambiente, agricultura, disposiciones
laborales y propiedad intelectual. Destaca un aspecto relacionado con
el tratamiento de las diferencias en los niveles de desarrollo y tamaño
de las economías, y en este sentido se limita a establecer “un trato
especial y diferenciado” (Capítulo V, Art. 1), que pasa a ser un
principio fundamental del Acuerdo, pero sin mayor regulación específica.
2.3.
ESTRUCTURA Y ORGANIZACIÓN DE LAS NEGOCIACIONES
Las negociaciones del ALCA se
desarrollan atendiendo a una estructura definida por sus miembros,
garantizando una amplia participación geográfica. Existe rotación entre
los países participantes, en cuanto a la Presidencia del proceso en su
totalidad, la sede de las negociaciones y la Presidencia y
Vicepresidencia de los diversos grupos de negociación y de los otros
comités y grupos. Al efecto la estructura es la siguiente:
2.3.1.
Presidencia de las Negociaciones
En este
cargo se rotan aproximadamente cada dieciocho meses, o al concluir cada
Reunión Ministerial. En el primer periodo de negociaciones (1 de mayo
de 1998 a 31 de octubre de 1999), Canadá y Argentina ejercieron la
Presidencia y Vicepresidencia, respectivamente. Para este último
periodo (desde 1 de noviembre 2002 hasta la conclusión) Brasil y Estados
Unidos de América asumen Copresidencias.
Desde el
inicio de las negociaciones, las reuniones que generalmente se han
efectuado cada dieciocho (18) meses, han sido en el país que para el
momento ocupa la Presidencia del ALCA (Canadá, Argentina y Ecuador).
La
supervisión y gestión definitivas de las negociaciones las ejercer los
Ministros responsables del comercio, y los Viceministros de esta área,
en su calidad de Comité de Negociaciones Comerciales (CNC), desempeñan
un importantísimo papel en la gestión de las negociaciones del ALCA.
2.3.2.
Comité de Negociaciones Comerciales (CNC)
Este Comité orienta el trabajo
de los grupos de negociación y de los demás comités y grupos, y ejerce
poder de decisión sobre la estructura general del acuerdo y otros temas
institucionales. El CNC debe asegurar la participación plena de todos
los países, la transparencia de las negociacione, y supervisar la
Secretaría Administrativa y la identificación e implementación de las
medidas de facilitación de negocios. Este Comité se reúne cada vez que
sea requerido, y por lo menos dos (2) veces al año, en forma rotativa en
todo el hemisferio.
2.3.3.
Grupos de Negociación
Están establecidos nueve (9)
Grupos de Negociación en diversas áreas, a saber:
a)
acceso a mercados;
b)
inversión;
c)
servicios;
d)
compras del sector público;
e)
solución de controversias;
f)
agricultura;
g)
derechos de propiedad intelectual;
h)
subsidios, antidumping y derechos compensatorios;
i)
política de compentencia.
Estos Grupos actúan bajo el
mandato específico de los Ministros y del CNC, para negociar los textos
de sus áreas, y se reúnen con regularidad a lo largo del año.
2.3.4.
Comités y Grupos
En la estructura del ALCA
existen tres (3) Comités y Grupos encargados de temas horizontales
relacionados con las negociaciones, y estos son:
a)
Grupo Consultivo sobre Economías Más Pequeñas;
b)
Comité de Representantes Gubernamentales sobre la Participación
de la Sociedad Civil;
c)
Comité Conjunto de Expertos del Sector Público y Privado sobre
Comercio Electrónico.
2.3.5.
Comité Técnico de Asuntos Institucionales
Este Comité fue creado para
considerar la estructura general de un Acuerdo del ALCA (asuntos
generales e institucionales).
2.3.6.
Apoyo Técnico y Analítico: El Comité Tripartito
El
Comité Tripartito está integrado por los siguientes organismos:
a)
Banco Interamericano de Desarrollo (BID);
b)
Organización de Estados Americanos (OEA);
c)
Comisión Económica para América Latina y el Caribe de las
Naciones Unidas (CEPAL).
Este Comité presta apoyo
analítico, técnico y financiero al proceso y mantiene el sitio
electrónico oficial del ALCA, que ha constituido fuente importante de
documentación para el presente trabajo.
2.3.7.
Apoyo Administrativo: La Secretaría Administrativa
La
Secretaría Administrativa del ALCA está localizada en la misma sede de
las reuniones de los grupos de negociación, y brinda apoyo logístico y
administrativo a las negociaciones. Esta lleva los archivos oficiales
de las negociaciones y presta servicios de traducción e interpretación.
Su financiamiento deriva de una combinación de recursos locales y
recursos provenientes de las instituciones del Comité Tripartito.
2.3.8.
Sede de las Negociaciones
La sede
de las negociaciones, como la de las reuniones en general, es de
carácter rotativo. Han sido designados tres (3) países anfitriones para
las negociaciones, a saber: Estados Unidos (Miami), Panamá (Ciudad de
Panamá) y México (Puebla); esta última desde marzo de 2003 hasta la
conclusión de las negociaciones.
2.4. AVANCES EN LOS
CONTENIDOS DE LA NEGOCIACIÓN
El punto
de partida del ALCA, lo constituye la “Ley Iniciativa para las Américas
de 1990”, presentada en mensaje al Congreso de los Estados Unidos, por
George Bush el 14 de septiembre de 1990, en la cual se enuncian por
primera vez los lineamientos estratégicos de lo que sería la propuesta
de la zona de libre comercio, bajo la “premisa básica de que la
prosperidad futura del continente depende de políticas de libre mercado”
(Lander, 2003: 95).
En el
avance de las negociaciones del ALCA, figuran estas Cumbres
Presidenciales, a saber:
a.
Primera Cumbre Presidencial: Miami, diciembre 1994.
b. Segunda Cumbre Presidencial: Santiago, abril 1998.
c.
Tercera Cumbre Presidencial: Québec, abril 2001.
Han sido
emitidas las Declaraciones siguientes:
a.
Declaración Ministerial de Quito: noviembre 2002.
b. Declaración de la Alianza Social Continental ante la Declaración
Ministerial de Quito: noviembre 2002 (La Alianza es una red de
organizaciones diversas de todo el continente, que han venido trabajando
en los últimos años en el análisis crítico del ALCA y sus previsibles
implicaciones desde los puntos de vista del crecimiento, de la equidad,
de la pobreza, el empleo, el ambiente, la migración, las comunicaciones,
la agricultura, la educación...y muy especialmente de la democracia –
Lander: 2003, 96 -)
c.
Declaración de los Pueblos Indígenas del Continente contra el
ALCA: Quito, octubre 2002.
En la
Primera Cumbre Presidencial (Miami 1994) los presidentes anunciaron su
decisión de ”iniciar de inmediato el establecimiento del Area Libre
Comercio de las Américas en la que se eliminarán progresivamente las
barreras del comercio y de la inversión. Asimismo, resolvemos concluir
las negociaciones del Area Libre Comercio de las Américas a más tardar
en el año 2005” (Ibid: 95).
Con
motivo de la Tercera Cumbre, por primera vez aparece una voz disonante
en la declaración final. El Presidente de Venezuela “se reserva su
posición tanto sobre la fecha de entrada en vigencia del tratado, como a
propósito de la idea de que la democracia representa participativa sea
el único modelo político posible para el conjunto del continente” (Ibid:
96).
La
posición del gobierno venezolano ante las negociaciones del ALCA, es
fijada en un documento presentado ante el Comité de Negociaciones
Comerciales, reunido en Puebla, México en abril de 2003, y que será
considerado en el aspecto siguiente.
Dentro
de los avances de los contenidos de la negociación del ALCA, es
importante también destacar, que se han constituido los siguientes
Grupos de Negociación:
a. Acceso a Mercados.
b.
Inversión.
c. Servicios.
d.
Compras del Sector Público.
e. Solución de Controversias.
f. Agricultura.
g.
Derechos de Propiedad Intelectual.
h.
Subsidios, antidumping y derechos compensatorios.
i. Política de Competencia.
Y los
Comités Especiales siguientes:
a. Economías más pequeñas.
b.
Comité Técnico de Asuntos Institucionales.
c.
Participación de la Sociedad Civil.
2.5.
PERSPECTIVAS
Considerar estas perspectivas, es atender los aspectos positivos
(ventajas) y negativos (riesgos), así como las implicaciones de
colocarse al margen del ALCA (riesgo de no participar). Para este
efecto se han considerado entre otras, las formulaciones elaboradas por
la Comisión Presidencial de Venezuela ante el ALCA. Así será abordado
de la manera siguiente:
2.5.1.
Aspectos Positivos (Ventajas)
Entre estos cabe
destacar:
a)
Condiciones de acceso para la oferta exportable latinoamericana.
b)
Seguridad jurídica del acceso.
c)
Consolidación de esquemas de integración subregionales.
d)
Atracción de nuevas inversiones.
e)
Consolidación de los beneficios del Sistema Generalizado de
Preferencias (SGP) y de la Ley de Preferencias Comerciales Andinas
(ATPA).
f)
Aplicación de programas de cooperación y de asistencia técnica
para la implementación del ALCA.
2.5.2.
Aspectos Negativos (Riesgos)
Podemos referir los
siguientes:
a)
Cumplimiento de disciplinas con impacto sobre el sistema
productivo de los países latinoamericanos.
b)
Incremento de la competencia interna en el mercando en el corto
plazo.
c)
Incumplimiento de los compromisos de trato especial y
diferenciado.
d)
Incremento de las asimetrías por las diferencias en las economías
de escalas e impacto sobre el sector industrial y agrícola.
e)
Predominio unidireccional de la corriente comercial: del Norte
hacia el Sur.
f)
Creación de maquilas en los países subdesarrollados.
En este
mismo sentido, el Sector Social de la Compañía de Jesús en América
Latina (2003) ha expuesto cuatro apreciaciones, que en cierta medida
recogen lo anterior, y les llevan a señalar su rechazo al ALCA, a
saber: la composición del ALCA es impresionantemente asimétrica; la
forma de negociación del ALCA no es transparente; el ALCA pretende ser
un pacto de igualdad entre desiguales; el ALCA es mucho más que un
tratado comercial (es un esquema de privatización, de liberación de
mercados y se seguridad para las inversiones extranjeras, a las que se
conceden ventajas sobre las nacionales); el ALCA representa un
neoproteccionismo del comercio global; y el ALCA omite aspectos
imprescindibles (políticas laborales y sociales, migraciones, economía
de género, seguridad alimentaria).
2.5.3.
Riesgo de No Participar
Colocarse al margen
del ALCA, podría generar las implicaciones siguientes:
a)
Aislamiento comercial.
b)
Pérdida de mercados de exportación y oportunidades de inversión.
c)
Pérdida de competitividad.
d)
Desequilibrio en el desempeño de los países bajo otros esquemas
de integración.
2.6.
RECOMENDACIONES DE JOSEPH STIGLITZ (NÓBEL DE ECONOMÍA)
Joseph Stiglitz,
Premio Nóbel, en un encuentro que sostuvo con Néstor Kirchner,
presidente de Argentina, en el mes de diciembre de 2003, manifestó que
“no hay que firmar el ALCA”. En este sentido, el Nóbel expuso que es
mejor no tener algún acuerdo como el ALCA, antes que uno injusto como el
que propone Estados Unidos.
La declaración en referencia,
la formula Stiglitz con ocasión de su tránsito por Buenos Aires, donde
presentó su último libro “Los Felices 90”. Con respecto al libre
comercio, hizo énfasis en el sentido que era lamentable que Estados
Unidos quiera hablar de un acuerdo que solo lleve el nombre de libre
comercio, pero que no han querido tratar sobre los subsidios agrícolas
ni las barreras paraancelarias.
El Nóbel ha sido categórico en
señalar su crítica al papel de los organismos internacionales en la
crisis de los países en desarrollo, y precisa que los acreedores deben
darse cuenta que no se puede dar más de lo que hay, y que a esto debe
responder la responsabilidad del gobierno, refiriéndose así en concreto
a Argentina.
3. AMÉRICA LATINA ANTE EL
TRATADO DE LIBRE COMERCIO DE LAS AMÉRICAS (ALCA)
Formuladas las
consideraciones anteriores, es necesario establecer relación directa
entre América Latina y el ALCA, y en este sentido el propósito es
abordar los aspectos siguientes:
3.1
ALCA: ¿MECANISMO DE INTEGRACIÓN Ó NUEVO CONTROL SOBRE AMÉRICA
LATINA?
En
atención a las consideraciones formuladas, el ALCA representa un
mecanismo de integración que a su vez constituiría un control sobre las
economías de América Latina, básicamente en atención a las condiciones
asimétricas de los países de la región, y la falta de dispositivos
efectivos para el tratamiento de las diferencias en los niveles de
desarrollo y tamaño de las economías.
3.2.
ALCA: ¿ALTERNATIVA PARA EL DESARROLLO DE LA REGIÓN
LATINOAMERICANA?
En la
medida que el tratamiento de las diferencias en los niveles de
desarrollo y tamaño de las economías no se asuma de manera efectiva, con
la implementación del ALCA, este antes que alternativa para el
desarrollo de la región, constituirá el medio para que las economías
fuertes crezcan cada vez más, en detrimento de aquellas débiles tras las
cuales existen miles de personas llenas de necesidades.
3.3.
ALCA Y DERECHOS HUMANOS: ¿DOS VISIONES COMPATIBLES?
El Programa
Venezolano Educación-Acción en Derechos Humanos (PROVEA), desarrolló en
julio de 2003, en la ciudad de Caracas, el IV Seminario de Formación en
Derechos Económicos, Sociales y Culturales, para el cual fuimos
seleccionados como participante. En este importante Evento, se debatió
sobre la compatibilidad de los Derechos Humanos con el ALCA.
Este Seminario,
contó además con el respaldo de las organizaciones internacionales
siguientes: Plataforma Interamericana de Derechos Humanos, Democracia y
Desarrollo (PIDHDD) y el Programa Andino de Derechos Humanos y
Democracia, Programa País Venezuela de la Unión Europea.
En el Evento en
cuestión, se desarrollaron temas como: Contexto Internacional en que se
inserta el ALCA; Aspectos básicos del ALCA y de su mecanismo de
negociación; Posición del Gobierno Venezolano frente al ALCA; ¿Qué
integra y qué desintegra el ALCA?; Análisis de otros Acuerdos de Libre
Comercio y regresividad de los derechos; Análisis de posible
regresividad de derechos económicos, sociales y culturales en Venezuela;
Propuestas alternativas al ALCA, Movilización social frente al ALCA; y
¿Qué hacer fente al ALCA?.
En dicho Seminario
participaron como ponentes, representantes del Centro de Asesoría
Laboral de Perú (CEDAL), del Instituto Latinoamericano de Servicios
Legales Alternativos (ILSA), del Centro Internacional de Derechos
Humanos y Desarrollo Democrático (CIDHDD) de Canadá, del Sindicato de
Electricistas de México, del Comité Mexicano de la Campaña Continental
sobre el ALCA, de Alianza Continental de Perú, del Doctorado en Ciencias
Sociales de la Universidad Central de Venezuela, del Centro de Derechos
Humanos de la Universidad Católica Andrés Bello (Centro DDHH UCAB), del
Semanario La Razón, del Sistema Autónomo de la Propiedad Intelectual de
Venezuela (SAPI), del Capítulo Venezolano del PIDHDD, de PROVEA; también
contó con la participación del Viceministro de Industria y Comercio de
Venezuela.
La conclusión básica del
Seminario fue que el ALCA y los derechos humanos son dos visiones
incompatibles, particularmente en atención a los derechos económicos,
sociales y culturales (DESC) que no se encuentran garantizados en este
marco de “libre comercio”.
3.4.
ALCA Y DEMOCRACIA EN AMÉRICA LATINA
La consolidación democrática
necesaria en los países de la región, podrá favorecerse en la medida que
tratados como el ALCA, sean implementados mediante mecanismos que se
orienten a garantizar ventajas para todos los participantes, y en esta
medida contribuir a su desarrollo. De lo contrario, problemas graves en
América Latina como la pobreza, en buena medida no podrán ser combatidos
y en este sentido la democracia carecería de la fortaleza necesaria.
4.
OTROS MODELOS DE INTEGRACIÓN
4.1.
UNIÓN EUROPEA: MODELO EXITOSO
La Unión Europea
destaca como el modelo más avanzado de los procesos de integración
(Dromi y otros, 1995). Constituye esta la primera organización con
carácter de “comunidad económica”, integrada a partir de los años 50.
Este modelo de integración económica avanzó hasta conformar la unión
política de los Estados miembros de la Comunidad Económica Europea.
Dos acontecimientos históricos
facilitaron la conformación de la Unión Europea, a saber: la
reunificación de Alemania (1990) con la caída del muro de Berlín, y la
descomposición del sistema comunista en la Unión Soviética y en las
democracias populares de los países del este europeo.
Conforme a lo descrito, la
integración económica europea adquirió prioridad para pasar luego a la
integración política. Quince países (Alemania, Austria, Bélgica,
Dinamarca, España, Finlandia, Francia, Gran Bretaña, Grecia, Irlanda,
Italia, Luxemburgo, Países Bajos, Portugal y Suecia) venían conformando
desde entonces esta comunidad política. El Consejo Europeo (1990)
concluyó que debía avanzarse en una unión política de Europa, y así en
este año 2004, diez países (Lituania, Letonia, Estonia, Eslovaquia,
Eslovenia, Polonia, República Checa, Hungría, Chipre y Malta) pasaron a
conformar la Unión, para alcanzar así a veinticinco (25).
De la forma anterior, fue
ampliada la Unión Europea y se dio un paso a la reunificación de Europa,
convirtiendo a la Unión Europea en la mayor potencia económica del mundo
(PIB de 12.1 billones de dólares), le sigue Estados Unidos (PIB de 12.04
billones de dólares) (El Nacional, 2004).
La Unión Europea cuenta con una
organización política y administrativa de la Comunidad. Su estructura
orgánica comprende organismos políticos y técnicos, a saber:
Organismos políticos: El
Consejo de Europa, Parlamento Europeo, Consejo de Ministros, Comisión,
Tribunal de Justicia y Tribunal de Cuentas.
Organismos Técnicos: Comité
Económico y Social, Comité de las Regiones, Banco Europeo de
Inversiones, Banco Central Europeo, Comité Monetario y Instituto
Monetario Europeo.
Uno de los propósitos de la Unión Europea ampliada (ahora conformada por
25 países), es la aprobación de la Constitución Europea, que resume,
actualiza y agiliza los múltiples tratados aprobados desde su creación
hace 53 años. Se trata del documento más importante en la historia de
la Unión, el proyecto de Constitución se encuentra listo, y su firma no
se ha producido, por una oposición formulada por España y Polonia, en
cuanto a aceptar una modificación en el sistema para contar los votos de
los Estados, pero ambos países han asumido otra actitud, y se espera sea
aprobada a mediados de este año.
Muy significativo es destacar
que la Unión Europea invierte anualmente en la política activa de
nivelación (la política de cohesión), alrededor de un tercio de su
presupuesto anual, es decir cerca de 30 mil millones de euros (Vargas,
2003). Esto implica que una parte de las contribuciones de los Estados
miembros, al presupuesto comunitario de la Unión, se transfiere hacia
las regiones y sectores sociales menos favorecidos. Asimismo, la
política de cohesión ha permitido reforzar la capacidad de las economías
más atrasadas para participar de las ventajas de la integración.
En cuanto al derecho laboral en
la Comunidad Europea, se plantea la libre circulación de los
trabajadores y la política social en el Tratado de Roma (colaboración
entre los Estados miembros, igualdad salarial sin discriminación de
sexos, equivalencia en la regulación de las vacaciones, el Fondo Social
Europeo y principios en materia de formación profesional).
Considerado todo lo
anterior, pareciera que siguiendo un esquema similar, asumiendo el
potencial económico de Estados Unidos, podría reactivarse la Unión
Panamericana, y asegurar el desarrollo armónico de los países del
hemisferio, pero esto siempre y cuando sea el propósito de ese país.
Gaviria expone que
el ejemplo que hoy da la Unión Europea, lo dimos antes en la América
hispana con la Gran Colombia, y que al cabo de 200 años debemos
reaprender que el camino es la unión y que “en medio de nuestras
urgencias cotidianas, bien valdría la pena levantar la mirada y ver en
el horizonte que el porvenir se construye juntos” (Ibid, 2004).
Hacemos nuestras
las palabras de García Márquez, en su discurso en la oportunidad de
recibir el Premio Nóbel de Literatura (1982): “la realidad americana no
se comprende con ojos europeos” (Ibid: 387), y esto nos debe llevar a
tomar nuestras medidas, observando igualmente la historia, y atendiendo
a nuestras circunstancias.
4.2.
OTRO DESARROLLO E INTEGRACIÓN POSIBLES
El Sector Social de
la Compañía de Jesús (orden religiosa mundial) en América Latina, llevó
a cabo un Seminario en Quito en julio de 2003, en el cual plantearon
nuevas opciones para la integración de las Américas, y esbozaron algunos
principios éticos que la pueden inspirar. En este sentido
consideraremos:
4.2.1.
Nueva Integración de las Américas
Otra integración es
posible partiendo de los intereses y valores de la gente, y no dejando
en manos del mercado el futuro de la humanidad. Y así se está
consensuando una Alternativa para las Américas.
Y plantean es
factible otra integración, con el reto de construir y desarrollar a
largo plazo, un “sujeto social multisectorial e internacional” (SIC:
2003, 352), que debe planear y acumular fuerzas para que la condición
política necesaria para la nombrada alternativa, llegue a ser una
realidad, porque “...ya no basta hacerlo sólo desde cada sector, sólo
desde cada país” (Ibidem).
Maffesoli,
reconocido sociólogo francés, expone la tesis que “la política se
desliza hacia lo doméstico” , y así esto implica “tomar en serio la
casa, lo local y las cosas en común” (2004). Esto nos podría conducir
hacia la idea de promover los acuerdos de integración regional, como
medio para asegurar, en presencia de condiciones comunes, desarrollo a
favor de todos.
4.2.2.
Principios Eticos Inspiradores
Exponen estos miembros de la
Compañía de Jesús sobre la “globalización de la solidaridad humana”, que
implica hacerse cargo de la “humanidad común de los pueblos de América”
y asumir “el valor de la equidad en los acuerdos internacionales y
resistiendo a la asimetría injusta” (Ibidem).
A su vez esto tiene otras
implicaciones como la necesidad de la humanización de la economía, la
trasparencia de la negociación y ejecución, y el reconocimiento del otro
como interlocutor.
Stiglitz, uno de los Nóbel de
Economía considerados, cuenta con un importante trabajo sobre: “Etica,
Asesoría Económica y Política Económica”, en el cual expone entre sus
comentarios finales que es posible combinar el crecimiento con la
reducción de la pobreza, y que en este sentido se realizan numerosos
debates sobre las políticas para alcanzar aquello, pero sugiere hay
dimensiones de ese debate que resulta útil abordar desde “las
dimensiones morales, de preceptos relativos valores como la honestidad,
la justicia y la preocupación por los pobres” (Ibid, 2001:31), y aclara
que habrá quienes afirmen que “este idioma es el del corazón y no el de
la mente” (Ibidem), pero que las decisiones en materia de políticas
públicas necesariamente tienen que hablar de ambos (corazón y mente).
Compartimos toda la
argumentación anterior, definitivamente para humanizar el mundo y hacer
de la tierra un lugar de vida plena, es necesario rescatar los valores
morales y orientar así el proceder, promoviendo el crecimiento y
desarrollo de los pueblos, valorando y garantizando la condición humana.
CONCLUSIONES
El ALCA
representa un mecanismo de integración que a su vez constituiría un
control sobre las economías de América Latina, básicamente en atención a
las condiciones asimétricas de los países de la región, y la falta de
dispositivos efectivos para el tratamiento de las diferencias en los
niveles de desarrollo y tamaño de las economías.
En la
medida que el tratamiento de las diferencias en los niveles de
desarrollo y tamaño de las economías no se asuma de manera efectiva, con
la implementación del ALCA, este antes que alternativa para el
desarrollo de la región, constituirá el medio para que las economías
fuertes crezcan cada vez más, en detrimento de aquellas débiles tras las
cuales existen miles de personas llenas de necesidades.
La consolidación democrática
necesaria en los países de la región, podrá favorecerse en la medida que
tratados como el ALCA, sean implementados mediante mecanismos que se
orienten a garantizar ventajas para todos los participantes, y así
contribuir a su desarrollo. De lo contrario, problemas graves en
América Latina como la pobreza, en buena medida no podrán ser combatidos
y en este sentido la democracia carecería de la fortaleza necesaria.
Para humanizar el mundo y hacer
de la tierra un lugar de vida plena, es necesario rescatar los valores
morales y orientar así el proceder, promoviendo el crecimiento y
desarrollo de los pueblos, valorando y garantizando la condición humana.
El
presente es tiempo de conflicto, también los hemos visto en el pasado,
pero el futuro será más promisor, si dentro de esta cultura de la
diversidad, practicando el humanismo y la tolerancia, y acompañando de
valores fundamentales de la cultura, entre los que destaquen los éticos,
en un marco de democracia garanticemos a cada cual el desarrollo
personal y la garantía de su condición humana.
Compartimos la tesis del autor,
sostenida por K. Annan, Secretario General de las Naciones Unidas, al
comentar el Informe del PNUD, sobre democracia y desarrollo en América
Latina: “la solución para los problemas de la región no reside en el
regreso del autoritarismo, sino en una democracia mejor consolidada”.
La tesis de Maffesoli que
indica “la política se desliza hacia lo doméstico”, nos podría conducir
hacia la idea de promover los acuerdos de integración regional, como
medio para asegurar, en presencia de condiciones comunes, desarrollo a
favor de todos.
La conclusión básica de un
Seminario promovido por PROVEA fue que el ALCA y los derechos humanos
son dos visiones incompatibles, particularmente en atención a los
derechos económicos, sociales y culturales (DESC) que no se encuentran
garantizados en este marco de “libre comercio”, y así lo hemos
constatado con el desarrollo de este trabajo.
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