Público
FTAA.soc/civ/103
18 de septiembre de 2003

Original: español
 

ALCA VS DEUDA

No hay que ser de izquierda para darse cuenta del enorme desbalance que seria para América Latina la firma del tratado de libre comercio de las Américas el 2005. Cualquier economista serio desaconsejaría la rubrica de ese tratado por no estar todavía preparados nuestros países para entrar en ese juego de alta competitividad, y al no estarlo, sus parques industriales serian sencillamente arrasados.

Por otra parte América Latina avanza con el enorme lastre de su deuda externa. A veces es conmovedor ver países de pequeñas economías que destinan altos porcentajes de sus presupuestos para cumplir con sus compromisos con mucho sacrificio, y postergando el desarrollo de muchas áreas.

Pues bien, nos encontramos ahora en una coyuntura histórica, ante el umbral de nuevas soluciones, pero que no lo hemos querido atravesar por desconocerlo. Se trata de canjear la deuda con la eliminación de los aranceles. Dicho de otra manera: indexar la cancelación de nuestra deuda a la eliminación de aranceles cuanto más abra sus mercados un país tanto más deuda le será amortizada.

Partamos del hecho de que a los países desarrollados, en este caso estados unidos y Canadá, les interesa la libre entrada de sus productos a nuestros mercados. Pues bien tendrá que comprar cada empresa de esos países que desea exportar a determinado país de Latinoamérica su ticket de entrada, cero aranceles (free taxes) a ese país, y solo lo vende el fondo monetario internacional, el cual contabilizara ese pago como pago o amortización de la deuda de ese país latino

Cada transnacional americana o canadiense, estudiara, desde luego, cuidadosamente el tamaño y las condiciones socio-políticas del mercado que quieren abarcar, y si le es rentable la comprar del ticket de entrada, con la enorme ventaja para ellas de que el ingreso libre de aranceles, es para siempre.

Por ejemplo la Ford, la General Electric y la IBM escogen a Argentina para enviar sus productos. Cada una pagará, digamos un millardo de dólares al fondo monetario por su ticket. A su vez la bombardier también quiere enviar sus aviones a Argentina desde Canadá. La deuda Argentina queda automáticamente rebajada en cuatro millardos de dólares pero en lo futuro el país tendrá su industria de línea blanca, computadoras, automóviles y aviones en constante competencia con las americanas y canadienses.

Fantasiar no cuesta nada. Lo difícil es encontrar el punto de equilibrio, es decir el precio de cada ticket de entrada para eso están nuestros técnicos y economistas a los cuales les espera una ardua tarea, pero pienso que América latina no debe dejar escapar esta magnifica ocasión para sentarse a negociar con su deuda.

Eduardo Pérez-Albela                                                                Caracas ,14 julio 2003